Inicia el Ciclo de Cine Gratuito del Vidal con: «Van Gogh, a las puertas de la Eternidad»

«Van Gogh, a las puertas de la eternidad» es la película con la cual iniciamos el ciclo «Cine en el Bellas Artes», una producción del Reino Unido del año 2018 en la que Willem Dafoe transmite una humanidad conmovedora. La cita es el 15 de marzo a partir de las 20 hs, con entrada libre y gratuita.

De todas las célebres aproximaciones que el cine ha hecho de Van Gogh, solo la de Kurosawa, en el episodio que le dedicó en sus Sueños (1990), se había atrevido a afrontar una doble operación de rescate: por un lado, representar al pintor holandés trabajando, obedeciendo a la imperativa violencia de su impulso creativo, y por otro, lograr que la imagen se convirtiera en una mímesis de la pintura del holandés, una litografía en movimiento.

Schnabel, que piensa que la mejor manera de describir una obra de arte es haciendo otra obra de arte, ha preferido olvidarse de sus precedentes –a Kurosawa se le añaden Minnelli, Altman y Pialat– y se ha lanzado a recrear la pintura de Van Gogh con los pinceles del cine. No solo nos encontramos con sus trazos viscerales sobre el lienzo en blanco, con sus colores airados y densos como el óleo, sino que la propia cámara trabaja las texturas de lo natural como si las estuviera pintando, desenfocando la parte inferior del encuadre y moviéndose como el viento que hace caer la hoja de un árbol. Es un enfoque discutible, aunque responde al ánimo de un pintor que dialoga con la obra de un colega, de tú a tú, con respeto pero con un punto de arrogancia.

A sabiendas de que la atormentada vida del responsable de Los girasoles ya pertenece al imaginario del género del biopic, Schnabel toma el toro por los cuernos, ignora los conflictos entre cine y pintura en materia de representación, y reinventa el legado de su objeto de estudio, convirtiendo su película en una extensión visual del Malick más meditativo. A su reescritura de la obra del artista se suma el auténtico efecto especial de Van Gogh, a las puertas de la eternidad, que no es otro que la interpretación de Willem Dafoe. Lejos de la neurótica efervescencia de sus anteriores encarnaciones cinematográficas, Van Gogh es un Dafoe en clave de serenidad zen, siempre consciente de que su locura pertenece al orden de lo creativo; que sin ella, sin su capacidad de arrebato, no habría genio. Por ello son tan hermosas sus secuencias con su hermano Theo o la conversación que mantiene con un sacerdote en un manicomio: hay en él la calma del que pinta y luego existe

2 comentarios

    • Estimada Silvia: Gracias por tu comentario. Las películas se proyectan en el Museo de Bellas Artes, San Juan 634 frente al Teatro Vera. A tu disposición 🙂

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