Por el Prof. Darío A. Núñez. Vicepresidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana Goya e integrante de la Asociación Belgraniana de Goya.

En el “Día Mundial de la Salud”, desde Museos de Corrientes queremos resaltar la preocupación por la sanidad de dos grandes próceres argentinos, Manuel Belgrano y José Francisco de San Martín.

Belgrano, ilustrado y visionario, se preocupó por la salud pública desde su puesto como Secretario del Consulado y como periodista. Él mismo, en el periódico “Correo de Comercio”, el 31 de marzo de 1810, exaltó la labor del sacerdote Saturnino Segurola y Lezica “de vacunar gratuitamente en esa Capital y en parte de sus campañas”.

Además, el 5 de mayo del mismo año, redactó: “cada parroquia tendría un médico para los pobres, viviendo en ellas y no necesitarían muchos de aquellos ir a los Hospitales, hallando quien los atendiese en sus propias casas, de que no sacaría pocas ventajas la humanidad”.

Artículos sobre salud y vacunación pública

Asimismo, publicó diversos artículos sobre medicina. El historiador Eduardo Lazzari expresó que “Belgrano impulsó la vacunación contra la viruela en Buenos Aires. En 1810, antes de ir a la expedición al Paraguay, el prócer mandó a vacunar a todos los pobres, los niños y los negros.

Él no se vacunó en ese momento, privilegiando grupos de riesgo.”Por otro lado, el General San Martín, Gobernador Intendente de Cuyo, mejoró la calidad de la salud pública a través de la creación de dispensarios, la implementación de una verdadera campaña de vacunación antivariólica y la lucha contra la hidrofobia.

Asimismo, estableció una junta sanitaria compuesta por facultativos y se les ordenó a los sacerdotes actuar como enfermeros. Su preocupación se extendió a las tropas que iban a cruzar la imponente Cordillera de los Andes.

Fue así como implementó tres medidas: valoración general del estado de salud antes de comenzar la travesía, la protección nutricional de los alimentos y protección frente a los factores climáticos (abrigos, cuidado de los ojos, etcétera).