El pasado viernes 22 de noviembre tuvo lugar en las instalaciones del Museo Arqueológico y Antropológico «Casa de los Martínez», tuvo lugar una conferencia del Licenciado Pastor Arenas.
Sobre Pastor Arenas
Desde 1973, Arenas trabaja en los campos de la etnobotánica y la botánica económica, trayectoria a través de la cual la recopilación de plantas, relatos, grabaciones, fotografías y objetos que documentan la vida y cultura de los pueblos indígenas con los que interactuó, de los cuales, una gran parte podrán apreciarse en una muestra que el Museo prepara para tal fin.
Pastor Arenas es una figura destacada en los campos de la etnobiología y la etnobotánica, con un enfoque especial en los grupos indígenas de la región del Gran Chaco, particularmente en Argentina. Es biólogo graduado en la Universidad Nacional de Asunción, Paraguay.
Resumen de la conferencia de Pastor Arenas en Casa Martínez
El río Pilcomayo cruza todo el Gran Chaco de oeste a este, cual columna vertebral, desde las Sierras Andinas hasta desembocar en el río Paraguay frente a Asunción; riega y sirve de límite a tres países: Bolivia, Argentina y Paraguay. Su cuenca fue, y es aún hoy, un ámbito rico en biodiversidad, por lo cual, en el pasado congregó a numerosos grupos étnicos cazadores, recolectores y pescadores, que mantuvieron su vida grupal organizada hasta mediados del siglo XX.
Al momento de la Conquista, en el siglo XVI, la región era intensamente disputada por las diferentes etnias, lo cual produjo numerosos reacomodos grupales, aunque sin mayor presencia en la región por los conquistadores y colonizadores que arribaron a la región. Si bien el Chaco fue motivo de incursiones por parte del blanco a partir del siglo XVI, recién a fines del siglo XIX las sociedades nacionales pudieron transitar y afincarse en partes del territorio, lo cual, a partir de entonces hizo que se produjeran cambios sustanciales en la vida del nativo.
Fueron numerosos los eventos que posibilitaron las transformaciones: exploraciones y viajes de reconocimiento, campañas militares de conquista, punitivas y de sujeción; penetración de criollos ganaderos, colonos y comerciantes; participación de grupos étnicos como trabajadores en los ingenios azucareros del NOA, arribo de misioneros y religiosos, entre otros actores foráneos.
Sin embargo, fue la Guerra del Chaco (1932-1935) entre Bolivia y Paraguay el factor determinante del inicio de la completa transformación y configuración de los nativos del ámbito pilcomayense.
Los fortines y avances de tropas iniciaron su injerencia desde 1905, y a partir de entonces empezó un proceso nuevo, implosivo y altamente desestabilizador en ambas márgenes del Pilcomayo.
En esta comunicación se realiza un breve bosquejo de aquellos acontecimientos, se mostrarán algunos ejemplos de los cambios y pérdidas acaecidas desde entonces.
Se resaltará el papel y la necesidad de acopiar y atesorar la documentación que trata el conocimiento vernáculo, con el fin de su salvaguarda. Se hará hincapié en el rol que compete a los estados nacionales, a los estudiosos e instituciones en este cometido y, en este caso particular, en la relevancia de los museos como centros de resguardo de los bienes culturales y naturales.